Zusammenfassung
Die Möglichkeiten der medikamentösen Rheumatherapie sind durch die gezielte Anwendung
wirksamer Medikamente, die Grenzen vor allem durch deren Nebenwirkungen und die Notwendigkeit
einer möglichst geringen Dosierung gegeben. Bei manchen rheumatischen Erkrankungen
ist eine auf ursächliche Faktoren gerichtete Therapie möglich und erforderlich. Mit
den Immunsuppressiva zeichnet sich ein Weg zu einem solchen Einsatz auch bei der chronischen
Polyarthritis ab. Die eigentliche antirheumatische Therapie ist jedoch mehr symptomatisch
und spielt vorerst die Hauptrolle in der Behandlung rheumatischer Erkrankungen. Das
therapeutische Vorgehen richtet sich nach individuellen, sozialen und persönlichen
Verhältnissen und dem jeweiligen Krankheitsfall. Am Beispiel der chronischen Polyarthritis
wurde versucht, ein Schema auszuarbeiten, das Richtlinien für das differenzierte Vorgehen
beim Aufbau einer antirheumatischen Therapie geben kann. Eigene Ergebnisse bieten
Hinweise auf einen zweckmäßigen Einsatz der Medikamente mit optimalem Erfolg bei geringem
Risiko. Eine Erfolgsstatistik vermag den Wert einer gezielten Behandlung zu demonstrieren.
Summary
Various possibilities and limitations of antirheumatic treatment are discussed. Problems
of side-effects, dosage, specific and nonspecific treatment and the use of immunosuppressive
drugs are described. No generally effective treatment plan can be outlined, as individual
social and personal circumstances and the particular form of the disease will determine
management. Chronic rheumatoid arthritis is used as an example of how to work out
a treatment scheme. Pointers to effective application of drugs with optimal results
at low risk are given.
Resumen
Posibilidades y límites de un tratamiento antirreumático
El empleo dirigido de medicamentos eficaces señalan las posibilidades del tratamiento
medicamentoso del reuma, si bien principalmente sus efectos secundarios y la necesidad
de una dosificación lo más baja posible marcan los límites de tal tratamiento. En
algunas afecciones reumáticas resulta posible y necesaria una terapia dirigida a los
factores etiológicos. Con los immunosupresores se muestra el camino de una tal aplicación,
incluso en la poliartritis crónica. El tratamiento antirreumático en sí es, sin embargo,
más sintomático y juega, ante todo, su papel principal en el tratamiento de las afecciones
reumáticas. Empleándola adecuadamente y teniendo en cuenta la afección reumática específica
de cada caso, la terapia sintomática puede rendir excelentes servicios a pesar de
todas las reservas. No se puede hacer un plan terapéutico de validez general. La marcha
terapéutica a seguir se dirige según las relaciones individuales, sociales y personales,
así como según cada caso clínico. Tomando como ejemplo la poliartritis crónica se
intentó, sin embargo, elaborar un esquema que pudiera proporcionar las directrices
para procedimientos diferenciados al establecer una terapia antirreumática. Los resultados
propios indican que un empleo adecuado de los medicamentos proporciona un éxito óptimo
con pequeños riesgos. El valor de un tratamiento dirigido puede demostrarse mediante
una estadística de éxitos, lo que exige paciencia e inversión de tiempo por parte
del médico, así como comprensión y confianza por parte del paciente.