CC BY-NC-ND 4.0 · Revista Iberoamericana de Cirugía de la Mano 2021; 49(01): 074-078
DOI: 10.1055/s-0040-1719015
Case Report | Relato de Caso

Osteolipoma gigante de mano: Relato de Caso

Article in several languages: English | español
1   Plastic Surgery Resident, Hospital de Clínicas, Montevideo, Uruguay
,
2   Plastic Surgeon, Plastic Surgery Assistant Chair, Hospital de Clínicas, Montevideo, Uruguay
,
3   Residente de Cirugía Plástica, Hospital Pasteur, Montevideo, Uruguay
› Author Affiliations
 

Resumen

Los lipomas son infrecuentes en la mano, y representan menos del 1% de los tumores. El osteolipoma es una variante rara del lipoma que se caracteriza por presentar metaplasia ósea. Se presenta como una tumoración indolora que puede ser sintomática al comprimir estructuras adyacentes. La resonancia nuclear magnética (RNM) es el estudio de imagen de elección. El tratamiento es quirúrgico, no habiéndose relatado recurrencias. Presentamos el caso de una paciente con un osteolipoma gigante subfascial de mano, hasta ahora no relatado en la literatura.


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Introducción

El osteolipoma es un tumor benigno, y constituye una variante histológica del lipoma que está asociada con metaplasia ósea. Es muy poco frecuente, y representa menos del 1% de todos los lipomas.[1] Es aún menos frecuente en la mano, y sólo hay relatos de caso en la literatura.[2] [3] [4]

El objetivo de este trabajo es presentar el caso clínico de un osteolipoma gigante de mano y discutir su presentación clínica, estudios de imagen, diagnósticos diferenciales, y tratamiento.


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Caso Clínico

Mujer de 51 años, empleada doméstica y diestra. Consultó por una tumoración de mano izquierda de 10 años de evolución, de crecimiento lento y progresivo, sin antecedente traumático. En los últimos meses, agregó dolor y parestesias en el primer y segundo dedos. El examen físico constató una tumoración en el nivel de la primera comisura de límites regulares, de 6 cm de diámetro mayor, de superficie lisa y consistencia firme y elástica, adherida a planos profundos pero sin cambios en la piel ([Fig. 1]). En los pulpejos del primer y segundo dedos, presentaba un test de discriminación de 2 puntos alterado, de 8 mm, con signo de Tinel negativo, y sin alteraciones motoras. No presentaba adenopatías palpables.

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Fig. 1 Imagen clínica que evidencia la tumoración en primera comisura interdigital. Vista dorsal (izquierda) y de perfil (derecha).

La radiografía mostró una tumoración con calcificaciones en la primera comisura que se extendía al segundo espacio intermetacarpiano. ([Fig. 2])

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Fig. 2 Radiografía simple anteroposterior (izquierda) y de perfil oblicuo (derecha), que evidencia una tumoración con calcificaciones.

La resonancia evidenció una tumoración polilobulada, de límites bien definidos, de 61 mm de longitud, 57 mm de ancho, y 39 mm en sentido anteroposterior. Estaba localizada en la región tenar, y en el nivel del primer espacio interóseo, profunda a los músculos regionales, con una extensión medial profunda a los tendones flexores del segundo y tercer dedos, desplazándolos hacia delante. La señal era similar al tejido graso adyacente, con saturación en la secuencia fat-sat, y presentaba en su periferia calcificaciones lineales y puntiformes, sin realce con el medio de contraste. El informe concluía que se trataba de un lipoma con calcificaciones sin áreas nodulares ni de realce anómalo ([Fig. 3]).

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Fig. 3 Resonancia nuclear magnética que evidencia una tumoración subfascial polilobulada, de límites bien definidos, localizada en la región tenar y en el primer espacio interóseo. Tiene una extensión medial que desplaza a los tendones flexores del segundo y tercer dedos. La misma es hiperintensa en T1 e hipointensa en T2, con calcificaciones lineales y puntiformes.

Con anestesia general y bajo campo exangüe, se realizó un abordaje dorsal centrado en la tumoración. ([Fig. 4]) Se identificó y resecó una tumoración polilobulada amarilla, de características heterogéneas, con sectores pétreos, pero con un claro plano de clivaje de los tejidos adyacentes ([Fig. 5]). Se identificaron y protegieron ramas sensitivas dorsales que no estaban infiltradas. El postoperatorio cursó sin complicaciones, con desaparición de las parestesias a las 48 horas.

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Fig. 4 Abordaje dorsal en zigzag sobre primera comisura.
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Fig. 5 Imagen intraoperatoria en la que se ve la tumoración polilobulada bien delimitada.

La anatomía patológica informó en la macroscopía una pieza de 62 × 53 × 41 mm con las características de un tumor céluloadiposo bien delimitado, polilobulado. ([Fig. 6]) El análisis microscópico evidenció una proliferacion mesenquemática, compuesta por adipocitos maduros, sin atipías ni necrosis, acompañada de tractos fibroconjuntivos y áreas focales de metaplasia ósea ([Fig. 7]).

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Fig. 6 Macroscopía de la pieza.
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Fig. 7 Microscopía con hematoxilina-eosina. Izquierda (x40): proliferación compuesta mayoritariamente por adipocitos maduros (azul), con tractos fibroconjuntivos (negro) y áreas focales de metaplasia ósea (blanco). Derecha (x200): área de metaplasia ósea.

En el seguimiento a los seis meses, la paciente presentaba una cicatriz de buena calidad, sin déficit sensitivo, con buena función de la mano, y sin recurrencia tumoral ([Fig. 8]).

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Fig. 8 Resultado a los seis meses de postoperatorio.

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Discusión

El lipoma es el tumor de partes blandas más frecuente en adultos, pero es raro en la mano.

Se define como gigante cuando excede los 5 cm de diámetro mayor. Su localización puede ser subcutánea, o profunda subfascial, siendo la localización subcutánea la más frecuente. Los lipomas profundos pueden ser intramusculares, intermusculares, o parosteales, cuando se topografían sobre una superficie ósea.

Histológicamente, se trata de una tumoración benigna bien delimitada, de origen mesenquimal, compuesta por adipocitos maduros sin atipías, pero pueden asociarse con otro tejido mesenquimal, adquiriendo su nombre de acuerdo al tejido al que se asocian (fibrolipoma, condrolipoma, osteolipoma, mixolipoma, angiolipoma).[5]

El osteolipoma es la variante histológica del lipoma que presenta metaplasia ósea, y representa menos del 1% de los lipomas.

Los términos osteolipoma, lipoma osificante y lipoma con metaplasia ósea se utilizan indistintamente en la literatura, si bien algunos autores prefieren llamarlos lipomas osificantes cuando predomina el tejido adiposo. En cuanto a su patogenia, existen dos teorías: la primera plantea que los focos de osificación se originan de células mesenquimales pluripotenciales presentes dentro del lipoma; y la segunda, más aceptada, que la osificación es secundaria a traumatismos repetitivos e isquemia, lo que conduce a metaplasia de elementos fibróticos preexistentes.[6]

Clínicamente, son tumoraciones indoloras que si causan síntomas es por compresión de estructuras adyacentes, y su topografía más frecuente es en la cabeza y en el cuello.[7]

Ante un tumor de partes blandas con calcificaciones, se debe tener en cuenta como diagnóstico diferencial la miositis osificante, el fibroma osificante, el teratoma, y el liposarcoma de bajo grado, éste ultimo importante por tratarse de una tumoración maligna de origen adiposo y similares características clínico-imagenológicas.

La ecografía puede ser un estudio de aproximación diagnóstica que revela una lesión hiperecoica heterogénea, con calcificaciones. La tomografía puede evidenciar una lesión hipodensa bien delimitada, con areas hiperdensas de calcificaciones.[8]

La resonancia nuclear magnética (RNM) es el estudio de imagen de elección, imprescindible para diferenciar el osteolipoma del liposarcoma de bajo grado, con una sensibilidad del 100% y especificidad de 83% para diagnosticar este tumor maligno. Tiene una especificidad del 100% para diagnóstico de lipoma simple, que es algo menor para algunas variantes del lipoma, como el osteolipoma, condrolipoma, angiolipoma o hibernoma. El osteolipoma se ve como una tumoración bien delimitada de consistencia grasa que no realza con medio de contraste, y los liposarcomas se diferencian por presentar septos fibrosos gruesos, nódulos no adiposos intralesionales, menor proporción de componente graso, y realce con el medio de contraste.[9]

El tratamiento es la resección marginal de la lesión con estudio anatomopatológico que confirma el diagnóstico.

El pronóstico es bueno, similar al del lipoma, no habiendo recurrencias relatadas.[10]


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Conclusiones

El osteolipoma es un tumor benigno poco frecuente, raro en la mano, y la RNM es el estudio de imagen de elección. El tratamiento curativo es quirúrgico, con estudio anatomopatológico, y no se han relatado recurrencias.


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Conflict of Interests

The authors have no conflict of interests to declare.

Agradecimientos

Dra. Andrea Cristiani, Cátedra de Anatomía Patológica, Hospital de Clínicas, Montevideo, Uruguay.

  • References

  • 1 Allen PW. Tumors and proliferations of adipose tissue. A Clinicopathologic Approach. (Masson Monographs in Diagnostic Pathology; Vol. 1). Masson Publishing USA Inc.; New York: 1981
  • 2 Bennani A, Saliou SS, Zizah S. et al. Une localisation inhabituelle d'un lipome ossifié juxtaosseux. À propos d'un cas. Chir Main 2013; 32 (02) 113-116
  • 3 Yang TH, Fong YC, Hsu HC, Jim YF, Chiang IP, Lin MJ. Re: ossifying lipoma of the hand. J Hand Surg Eur Vol 2008; 33 (01) 82-83
  • 4 Hopkins JD, Rayan GM. Osteolipoma of the hand: a case report. J Okla State Med Assoc 1999; 92 (11) 535-537
  • 5 Fletcher CDM, Bridge JA, Hogendoorn PCW. WHO Classification of Tumors of Soft Tissue and Bone. 4th ed.. Lyon: IARC Press; 2013
  • 6 Obermann EC, Bele S, Brawanski A, Knuechel R, Hofstaedter F. Ossifying lipoma. Virchows Arch 1999; 434 (02) 181-183
  • 7 Val-Bernal JF, Val D, Garijo MF, Vega A, González-Vela MC. Subcutaneous ossifying lipoma: case report and review of the literature. J Cutan Pathol 2007; 34 (10) 788-792
  • 8 Kwan Ip NS, Lau HW, Wong WY, Yuen MK. Osteolipoma in the Forearm. Case Report. J Clin Imaging Sci 2018; 8 (01) 1-4
  • 9 Gaskin CM, Helms CA. Lipomas, lipoma variants, and well-differentiated liposarcomas (atypical lipomas): results of MRI evaluations of 126 consecutive fatty masses. AJR Am J Roentgenol 2004; 182 (03) 733-739
  • 10 Yang JS, Kang SH, Cho YJ, Choi HJ. Pure intramuscular osteolipoma. J Korean Neurosurg Soc 2013; 54 (06) 518-520

Address for correspondence

María Eugenia Torres Echavarría, MD
Residente de Cirugía Plástica, Hospital de Clínicas
Montevideo
Uruguay   

Publication History

Received: 12 June 2020

Accepted: 14 September 2020

Article published online:
05 February 2021

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Fig. 1 Clinical image showing the tumor at the first interdigital commissure. Dorsal (left) and lateral (right) views.
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Fig. 2 Simple radiographs in anteroposterior (left) and oblique lateral (right) views showing a tumor with calcifications.
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Fig. 3 Magnetic resonance imaging scan showing a well-delimited, polylobulated, subfascial tumor located at the thenar region and first interosseous space. It has a medial extension that dislocates the flexor tendons from the second and third fingers. The tumor is hyperintense in T1- and hypointense in T2-weighted images, and presents linear and punctate calcifications.
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Fig. 4 Dorsal approach in zigzag over the first commissure.
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Fig. 5 Intraoperative image showing a well-delimited, polylobulated tumor.
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Fig. 6 Macroscopic appearance of the specimen.
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Fig. 7 Microscopy analysis, hematoxylin-eosin stain. Left (x40): proliferation mainly composed of mature adipocytes (blue), fibrous connective tissue tracts (black), and focal areas of bone metaplasia (white). Right (x200): area of bone metaplasia.
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Fig. 8 Outcome six months after surgery.
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Fig. 1 Imagen clínica que evidencia la tumoración en primera comisura interdigital. Vista dorsal (izquierda) y de perfil (derecha).
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Fig. 2 Radiografía simple anteroposterior (izquierda) y de perfil oblicuo (derecha), que evidencia una tumoración con calcificaciones.
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Fig. 3 Resonancia nuclear magnética que evidencia una tumoración subfascial polilobulada, de límites bien definidos, localizada en la región tenar y en el primer espacio interóseo. Tiene una extensión medial que desplaza a los tendones flexores del segundo y tercer dedos. La misma es hiperintensa en T1 e hipointensa en T2, con calcificaciones lineales y puntiformes.
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Fig. 4 Abordaje dorsal en zigzag sobre primera comisura.
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Fig. 5 Imagen intraoperatoria en la que se ve la tumoración polilobulada bien delimitada.
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Fig. 6 Macroscopía de la pieza.
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Fig. 7 Microscopía con hematoxilina-eosina. Izquierda (x40): proliferación compuesta mayoritariamente por adipocitos maduros (azul), con tractos fibroconjuntivos (negro) y áreas focales de metaplasia ósea (blanco). Derecha (x200): área de metaplasia ósea.
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Fig. 8 Resultado a los seis meses de postoperatorio.