Antecedentes: La capacidad para inducir sedación profunda limita el uso generalizado del propofol. Objetivos: Evaluar el impacto de la inducción con midazolam (M) en la sedación moderada con propofol durante la colonoscopia en una unidad de endoscopia sin sala de reanimación.
Material y métodos: 135 pacientes consecutivos fueron aleatorizados doble ciego para recibir inducción con placebo (P) 2ml o M 2mg, iniciándose dos minutos después inducción con propofol (0,5–1,5mg/Kg), titulada a sedación moderada y completada con bolos de 10–30mg hasta la intubación cecal. Se midió el nivel de sedación cada 2 minutos durante toda la exploración.
Resultados: Las dosis de inducción y total de propofol fueron significativamente superiores en el grupo P (n=58) (76,2 vs. 53,6 y 136,7 vs. 104,4, p<0,01). El 84% de las mediciones de sedación fueron moderadas. El nivel de sedación fue superior para el grupo M (n=61) desde el minuto 4 de la colonoscopia (p 0,02), así como los pacientes bajo sedación profunda en el minuto 4 (16% vs. 1%), 6 (20% vs. 3.5%) y 8 (17% vs. 1.8%) de la colonoscopia (p<0.05). El tiempo de recuperación fue superior en el grupo M (6,8 vs. 5,2 minutos, p<0,001), pero no el tiempo de alta (10,4 vs. 9,8min, p 0,8). En una escala de 0 a 10, la percepción de dolor (1,03 vs. 0,3, p 0,008) y la satisfacción del paciente (9,4 vs. 9,8, p 0,04) fueron mejores en el grupo M. No se registraron complicaciones graves.
Conclusiones: La sedación moderada con propofol es posible. La inducción con midazolam es preferible porque permite usar dosis bajas de propofol pero con un nivel de sedación superior durante la toda la exploración y mayor satisfacción del paciente. Limitar el propofol hasta ciego permite una recuperación rápida sin necesidad de unidades intermedias.