Objetivo: Analizar de forma prospectiva los resultados de la inserción de prótesis metálicas
autoexpandibles cubiertas tipo Choostent® como método de paliación de la disfagia,
fístulas o fugas esofágicas secundarias patología maligna del esófago y cardias.
Material y método: Se estudiaron un total de 30 pacientes consecutivos portadores de patología maligna
del esófago o de cardias (Unidad de Cirugía Endoscópica. Hospital General de Concepción,
Chile). La edad promedio fue de 75±8,8 años. 11 pacientes (36,7%) eran del sexo femenino
y los 19 restantes (63,3%) del masculino. En 27 pacientes (90%) la estenosis comprometía
el esófago, en 2 (6,7%) la unión gastroesofágica y en 1 (3,3%) la anastómosis esófago
yeyunal por recidiva tumoral de un cáncer gástrico operado. Se incluyeron pacientes
con expectativa de vida? 4 meses, longitud de la neoplasia <12cm y enfermos con
fístulas o perforación esofágica independiente de la sobrevida esperada. En 24/30
casos (80%), la indicación de la prótesis fue la disfagia, en 3 (10%) la presencia
de fístula esófago traqueal y en los 3 restantes (10%), la sospecha de una perforación
durante una dilatación esofágica paliativa. Los pacientes fueron controlados mensualmente
hasta su fallecimiento.
Resultados: La prótesis se insertó sin incidentes en 29/30 pacientes (96,6%). Un caso (3,4%)
presentó neumomediastino, que evolucionó favorablemente. La disfagia cedió en la totalidad
de los enfermos. Los síntomas derivados de la fístula traqueoesofágica desaparecieron
y no hubo complicaciones en los 3 pacientes cuya indicación de prótesis fue la sospecha
de perforación.
La evolución precoz fue satisfactoria en 12/30 pacientes (66,7%), el 33,3% restante
presentó complicaciones, siendo la más frecuente el dolor torácico transitorio (10%).
Cuatro pacientes (13,3%) fallecieron antes de los 30días, ninguno de causa relacionada
a la inserción de la prótesis. En 14/26 casos (58,3%) se presentaron complicaciones
tardías: recidiva de la disfagia en 11 (42,3%), hemorragia digestiva alta en 3 (11,5%)
y migración de la prótesis en 1 (3,8%). La recidiva de la disfagia se debió a problemas
derivados de la prótesis en 5/11 (45,5%) pacientes: 4 por fracturas y una por migración.
De los 6 casos restantes, la recurrencia de la disfagia fue debida a obstrucción por
hiperplasia epitelial en 3 (11,5%) pacientes, en 2 (7,7%) por crecimiento tumoral
y en un único caso (3,8%), no se logró identificar una causa obstructiva que justificara
la disfagia. El intervalo promedio entre la inserción del stent y el deceso fue de
169 days±142.5. En 3 de los 30 pacientes tratados (10%), la mortalidad tardía estuvo
probablemente asociada a la prótesis (sangrado masivo).
Conclusión: Las prótesis esofágicas Choostent® mejoran la disfagia en forma inmediata, segura
y prolongada. Son efectivas en el manejo de las fístulas traqueoesofágicas y las perforaciones
producidas en el curso de una dilatación endoscópica. Sin embargo, su uso se asocia
a una alta tasa de morbilidad tardía directamente relacionada a la disfunción.