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DOI: 10.1055/s-0038-1673697
Signo de la nariz del oso hormiguero
Anteater's Nose SignPublication History
27 April 2018
15 August 2018
Publication Date:
22 February 2019 (online)
El signo de la nariz del oso hormiguero tiene lugar en la radiografía (Rx) lateral de pie cuando existe una barra tarsal calcáneo-escafoidea. En esos casos, el proceso anterior del calcáneo se encuentra elongado hacia el margen lateral del escafoides tarsiano ([Fig. 1]), asemejándose a la nariz de un oso hormiguero.[1] El signo fue descrito por primera vez por Oestreich y col., en 1987.[1]
La barra tarsal calcáneo-escafoidea se debe a una alteración en la diferenciación y segmentación del mesénquima primitivo,[2] dando como resultado una fusión ósea, cartilaginosa o fibrosa anormal entre los huesos del tarso. Dentro de las barras tarsales es la coalición más común, presentándose en aproximadamente el 53% de los casos.[3] La presentación clínica es muy amplia, siendo sintomático solo el 25% de los casos, la mayoría entre los 8 y 12 años de edad, cuando se osifica la barra cartilaginosa calcáneo-escafoidea.[3] El paciente puede presentar desde dolor de pies hasta deformidad progresiva en valgo con aplanamiento del arco longitudinal, asociado o no a limitación o ausencia del movimiento subtalar, síndrome del túnel tarsiano y espasmo del tendón peroneo.[4]
Los pacientes con deformidad progresiva son los más expuestos a desarrollar artrosis tardía, ya que modifican la marcha aumentando el estrés en las articulaciones afectadas y vecinas. Los estudios por imágenes revisten gran importancia en el diagnóstico y caracterización de las barras tarsales.
La articulación anormal entre los huesos calcáneo y escafoides puede observarse en las radiografías laterales del pie en bipedestación, siendo aún más evidente en proyecciones oblicuas internas a 45°.[5]
La tomografía computada (TC), es el estudio de elección para confirmar el diagnóstico. Resultan de gran utilidad las reconstrucciones multiplanares, fundamentalmente en los planos coronal y sagital[3] [4] [5] ([Fig. 2]). La resonancia magnética cobra importancia en la identificación de posibles coaliciones fibrosas. Otros hallazgos que pueden reconocerse son la presencia de edema óseo y cambios degenerativos de las articulaciones adyacentes[3] [5] ([Fig. 3]).
Dentro de los falsos positivos descritos existen condiciones adquiridas que pueden simular coaliciones congénitas, como es el caso de enfermedades malignas, inflamaciones, fracturas intraarticulares y osteonecrosis.[3] Los pacientes que presentan síntomas son los que requieren tratamiento. En primera instancia se realiza manejo conservador, con plantillas, a fin de mejorar la alineación y disminuir el dolor.[5]
El manejo quirúrgico debe considerarse en todos los pacientes con dolor persistente o recurrente tras el tratamiento conservador.[5]
Financiación
Imágenes MDQ.
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Bibliografía
- 1 Chapman VM. The anteater nose sign. Radiology 2007; 245 (02) 604-605
- 2 Newman JS, Newberg AH. Congenital tarsal coalition: multimodality evaluation with emphasis on CT and MR imaging. Radiographics 2000; 20 (02) 321-332 , quiz 526–527, 532
- 3 Efstathopoulos N, Nikolaou V, Lazarettos J, Triantopoulou Ch, Plessas S. Calcaneonavicular coalition. A case report and a literature review article. Eur J Orthop Surg Traumatol 2006; 16: 70-74
- 4 Crim JR, Kjeldsberg KM. Radiographic diagnosis of tarsal coalition. AJR Am J Roentgenol 2004; 182 (02) 323-328
- 5 Oestreich AE, Mize WA, Crawford AH, Morgan Jr RC. The “anteater nose”: a direct sign of calcaneonavicular coalition on the lateral radiograph. J Pediatr Orthop 1987; 7 (06) 709-711