Endoscopy 2014; 46 - P_044
DOI: 10.1055/s-0034-1393772

SEGUIMIENTO A LARGO PLAZO DE PACIENTES CON LESIONES VASCULARES GASTROINTESTINALES IDENTIFICADAS MEDIENTE CÁPSULA ENDOSCÓPICA Y/O ENTEROSCOPIA

R Acosta-Materán 1, JM González-Santiago 2, A Mora-Soler 2, C Revilla-Morato 1, D Pérez-Corte 1, AB Prieto-Bermejo 1, A Sánchez Garrido 1, C Piñero-Pérez 1, A Álvarez-Delgado 1, F Geijo-Martínez 1, A Rodríguez-Pérez 1
  • 1Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Clínico Universitario
  • 2Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL)

Introducción: Las lesiones vasculares del tracto gastrointestinal constituyen una causa muy prevalente de hemorragia digestiva de origen oscuro (HDOO). La cápsula endoscópica (CE) y la enteroscopia (E) pueden ser métodos diagnósticos complementarios. Objetivo: Determinar características clínicas y factores de riesgo de los pacientes con angiodisplasias gastrointestinales (AG) tras realización de CE y/o E, así como analizar necesidades terapéuticas y tasa de resangrado en el primer año tras diagnóstico. Material y Método: Estudio observacional en el que se incluyeron durante 24 meses (2011 – 2012) pacientes consecutivos con diagnóstico de AG tras CE y/o E con un periodo de seguimiento de 12 meses. Resultados: Se incluyeron 37 pacientes (edad media 62 años, rango 45 – 73, con predominio de varones (56,7%). Comorbilidades más comunes: Cardiopatía crónica (37%) e insuficiencia renal crónica (32%). Se realizaron 34 estudios con CE y 8 estudios mediante E. Todos los explorados mediante E se realizaron tras CE y en 3 casos se detectaron lesiones no descritas en CE. Indicaciones de CE: HDOO de tipo oculto (64,8%), HDOO de tipo evidente (26,9%) y otras causas (8,2%). Distribución: Yeyuno (29,7%), íleon (10,8%), ciego (10,8%), estómago (8,1%), duodeno (5,4%). 15 pacientes (40,5%) precisaron suplementos de hierro (37,8% v. oral, 2,7% parenteral). En 10 casos (27%) el descenso de hemoglobina motivó transfusiones sanguíneas. El 29,7% de los pacientes precisó terapéutica con coagulación con plasma-argón; 73% accesible por E anterógrada o retrógrada y 27% restante mediante gastroscopia y/o colonoscopia. La tasa de resangrado fue del 27% (10/37), siendo preciso en dos casos nueva E terapéutica. Ningún caso requirió cirugía. No aparecieron complicaciones mayores.

Conclusiones: La necesidad transfusional no disminuyó significativamente tras la terapéutica endoscópica. 1/3 de pacientes presentó un nuevo episodio de hemorragia digestiva durante el primer año de seguimiento en nuestra serie. Las comorbilidades más frecuentes (cardiopatía crónica e insuficiencia renal crónica) pueden explicar la tasa de resangrado.